Dirty Dancing. El Musical
¡Hola!
Esta semana os traigo una reseña extra porque al parecer el post de la semana pasada sobre Anastasia os gustó bastante. De hecho, es una de las entradas del blog que ha recibido más visitas en menos tiempo. Os la dejó aquí, por si queréis pasaros a echar un vistazo.
Hoy os voy a hablar del musical que fuimos a ver este pasado jueves, porque tras el de la semana pasada, nos entró el mono de teatro musical a las cuatro así que decidimos ir a ver Dirty Dancing. Teníamos bastantes ganas. A mi madre y a mí nos encanta la película y, la hemos visto más veces de las que podemos contar. La obra teatral es algo que me podía haber ahorrado y, no es que la entrada fuese precisamente cara. De hecho, creo que es el musical que he visto en mejor sitio y, por el que menos he pagado y, además, coincidía con la función número 600; ni por esas mejora mi opinión.
La historia creo que más o menos la conocéis todos. No conozco a absolutamente nadie que no haya visto esta película y, es más, no conozco a nadie a quien no le guste. Trata sobre una familia que va de vacaciones a un resort exclusivo. Baby, la hija menor, tiene la idea de mejorar el mundo y, se ve ayudando a unos bailarines y, para ello termina bailando con Johnny, de quien se enamora.
Es una trama bastante sencilla y, suena como cualquier otra película romántica que hayáis visto, pero lo que hace que la peli sea tan buena, son unos números de baile muy visuales y, en ocasiones subidos de tono, que en realidad no es nada que no se vea en las discotecas hoy en día, salvando las distancias, porque yo todavía no he visto a nadie haciendo acrobacias. Pero, volviendo al tema, la película tiene algo que la hace especial, puede ser la química entre Patrick Swayze y Jennifer Grey o, lo bien llevado que está el ritmo de la historia, metiendo las escenas de baile en el momento perfecto; esto es algo de lo que el musical carece por completo.
La química entre la pareja protagonista, al menos la que había el día que yo fui a ver el musical era nula. Creo que la culpa es más de la actriz que interpretaba a Baby. La actuación era forzada y, no sé muy bien por qué, pero a mí me pareció más una parodia que otra cosa. La voz de niña buena completamente exagerada, me sobraba por completo.
Tampoco es que me entusiasmase, el chico que hacía de Johnny, pero lo hizo bastante mejor que ella. Por lo menos tenía ese aire chulesco del personaje de manera bastante más natural, que la falsa inocencia que intentaba demostrar, con gestos forzados su co-protagonista.
Con respecto al resto del reparto decir, que no son excesivamente brillantes, con algunas excepciones. Pero Dirty Dancing es la historia de Baby y Johnny y, no creo que sea justo salir del teatro diciendo que el mejor de la obra es Mr. Schummacher, Billy, Lisa o Neil, que es lo que nos pasó. De hecho, cualquiera de ellos es un personaje mucho más interesante que los protgonistas, al menos en esta versión. Por cierto, la actriz que hace de Lisa, Lilian Cavale, es sin lugar a ninguna duda lo mejor de la obra y, lo único que merece la pena.
Aprovechando que menciono que hay algo que se puede salvar, tengo que decir, que las partes en las que el elenco baila son interesantes. Son coreografías bastante bien montadas teniendo en cuenta lo pequeño que es el escenario y, que estaba plagado de "casas" que "ayudaban" a la escenografía.
La escenografía, me pareció más bien deficiente, pero en esto estoy de acuerdo con mi amiga, siempre presente en el blog, Alicia, después de ver Anastasia teníamos el listón muy alto, porque la escenografía de ese musical es simplemente espectacular. De cualquier manera, se veía a la gente moviendo los distintos escenarios, ni se molestaban en esconderse, aunque entiendo que después de 600 funciones estén un poco cansados de andar corriendo a escondidas. No es justificable, pero en cierto modo, es comprensible.
Por cierto, no he mencionado todavía lo alucinada que me dejó el hecho de ir a ver un musical en el que no cantan. Sí, habéis leído correctamente, ¡no cantan! Si tenéis pensado ir por la música ahorrároslo, poneros el disco con la banda sonora en casa, que es lo que hacen aquí. Cantan dos canciones y la verdad es que tengo que decir que lo hacen bastante mal. La chica que canta, sintiéndolo mucho, va de diva pero no lo es. En el momento final cuando cantan The Time of my Life, destroza la canción y, no hay otra manera de definirlo.
Con respecto a la linea argumental, es bastante similar a la de la película, pero introducen algunos cambios que ni fu ni fa. Ni aportan ni restan, simplemente están ahí. Pero hay un momento que es completamente innecesario: en el momento después de que Johnny y Baby hayan decidido estar juntos terminamos por el ver el culo del actor y, no es que yo sea una aburrida o una mojigata, es que era algo completamente innecesario, como también lo eran los cambios de vestuario en medio de la escena. Al final, yo me quedé con sención de dejadez y cutreza.
En general este musical no me ha gustado y, tampoco lo hizo a la gente que estaba sentada a nuestro alrededor. De hecho en el descanso las chicas que estaban sentadas delante, decían que no les estaba gustando y más o menos, todas salimos con la misma sensación del teatro. Una puesta en escena poco cuidada y, en ocasiones chavacana. Actuaciones, más bien deficientes y forzadas. Y, por supuesto, musicalmente, un autentico fiasco.
¡Nos vemos en el próximo post!
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