Arderás en la Tormenta
¡Hola!
Otro día más aquí estoy dispuesta
a hablaros de mis lecturas veraniegas y, la verdad es que están en concreto me
hace bastante ilusión porque en la Feria del Libro tuve la suerte de conocer al
autor y, he estado siguiendo la serie durante bastantes años ya. Además, como
se trata de un thriller es uno de esos libros que luego comento con mi Padrino
que como ya sabréis los habituales del blog, es uno de los principales sponsores
de mi lectura.
Hoy voy a hablar de Arderás en la
Tormenta en libro 6 en la serie de David Gurney. Pero no os preocupéis todas
las historias son independientes y, se pueden leer sin haber leído las
anteriores, pero de verdad que los dos primeros libros son tan sumamente buenos
que os recomiendo que, si tenéis ocasión los leáis.
En esta nueva entrega seguimos al
detective Gurney, que saldrá nuevamente de su retiro para resolver un caso de
odio racial en la vecina White River.
La verdad es que la premisa paree
bastante sencilla, pero la trama no lo es en absoluto. Una vez empecéis no vais
a poder parar. Tengamos en cuenta que es un libro de 500 páginas y, yo me lo
leí en un día, no de una tirada porque quería helado y, para eso tenía que
parar un rato. Parece que John Verdon vuelve a escribir una novela de esta sería
que es sólida. En caso de que no lo sepáis, las novelas 3, 4 y 5 de esta serie
me provocan sentimientos encontrados. Por una parte, están muy bien escritas,
pero se centran en cosas que no son fundamentales para la investigación y, que
al final hacen que la trama se cierre de manera demasiado precipitada. Creo que
no tengo reseñas de los anteriores libros de la serie, pero si estáis
interesados los releo y las publico, decírmelo en los comentarios.
Con respecto a esta novela, decir
que es cierto que se centra en aspectos que no son fundamentales para la trama,
pero no es tan molesto como en ocasiones anteriores. Esto es porque, aunque
sepa con todo detalle lo que come el detective Gurney (en serie este hombre
debería ir a Master Chef) no hay extensivas descripciones de cómo cocina como
si lo hay en libros anteriores, o bien cuando habla del detective comiendo no
lo hace tan extensivamente como lo ha hecho en otras ocasiones.
La trama de esta historia está
bastante bien llevada. Es interesante, aunque tengo que decir que es tan
rebuscada que es previsible. Desde la primera vez que aparece el asesino tenía
la sospecha de que era ese personaje y, terminar el libro demostró que estaba
en lo correcto.
Con respecto al ritmo de la
historia decir que las primeras páginas son bastante lentas, porque estamos
conociendo a los nuevos personajes necesarios para la historia y, porque estamos
descubriendo de qué va el caso. Una vez habéis pasado los primeros capítulos no
vais a poder parar de leer hasta que no terminéis el libro.
Me parece interesante que el
autor vuelva a tratar la corrupción policial en un libro. Sé que en uno de los
anteriores ya lo había hecho, no recuerdo exactamente en cuál, pero creo que es
interesante verlo desde el punto de vista de un autor americano teniendo en
cuenta, que hoy en día se ve en las noticias con frecuencia que en Estados
Unidos la situación policial no es la mejor, en el sentido de que se ven números
caso de abusos, sobre todo contra gente de color. Lo que me lleva a hablar del
segundo tema central del libro: el elemento racial. Este es otro gran tema de
actualidad, pero me parece interesante que como siempre el protagonista tenga
la opción más políticamente correcta.
David Gurney es un bonachón y, es
un personaje demasiado perfecto. De hecho, es una de esas cosas que se comenta
en el libro, que es demasiado perfecto y el no lo sabe. Es un personaje que
tiene una serie de defectos autoimpuestos, que más que defectos son rasgos de
la personalidad del protagonista. Creo que de cara a próximos libros el autor
se podría mojar un poco, y hacer que la opinión que tiene el protagonista no
sea blanca o negra y, que esta sea siempre la que se considera correcta.
El resto de los personajes son
los mismo de siempre, pero en esta ocasión tengo que reconocer que me ha faltado
más Hardwick. Sé que es un personaje peculiar, que puede llegar a enervar a
algunos, pero la verdad es que a mí me encanta y, me cae bastante simpático. Además,
las dinámicas entre el protagonista y este personaje son siempre super interesantes
de leer. El detective siempre aporta una visión interesante a los casos en los
que Gurney se inmiscuye.
Y lo creáis o no, estoy bastante
sorprendida de decir esto, pero la verdad es que la aparición de Madelaine no
me ha resultado tan molesta como en otras ocasiones. Creo que es un personaje
bastante molesto porque quiere que todo sea como ella quiere: pasear por el
campo, club de lectura y, galas benéficas. Me parece que el tándem de David
Gurney y Madelaine es uno de los más raros que he leído en mi vida porque no es
una de esas parejas que digas que no pegan ni con cola y listo, sino que es una
pareja que no tiene absolutamente nada en común y, de verdad que no entiendo cómo
están juntos. Pero dejando de lado el hecho de que no entiendo cómo están
juntos, en esta ocasión las intervenciones de la mujer del detective no han
sido para cortarse las venas y, en ocasione hasta han aportado un nuevo punto
de vista a la narración.
En resumen, creo que este libro
merece 4 estrellas y, que le deis una oportunidad porque es altamente adictivo
y entretenido.
¡Nos vemos en la próxima reseña!
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