Ciudad de las Almas Perdidas
El verano fue un momento tan bueno como cualquier
otro para continuar con mi re-lectura de Los Instrumentos Mortales, de manera
que eso es lo que estoy hice y, hoy os traigo la reseña del quinto libro de la saga.
Recordar la historia, es por una parte una cosa divertida, a veces sorprendente y, en otros casos decepcionante, porque recuerdas cosas mejores de lo que son, sea el caso del cuarto libro, cuya reseña podéis encontrar pinchado aquí.
Recordar la historia, es por una parte una cosa divertida, a veces sorprendente y, en otros casos decepcionante, porque recuerdas cosas mejores de lo que son, sea el caso del cuarto libro, cuya reseña podéis encontrar pinchado aquí.
El caso es que después del gran chasco que me llevé leyendo
el cuarto libro (del que podeis encontrar las reseña aquí), esperaba que las cosas siguiesen degenerando. Hace tanto
tiempo que leí los libros que ya no recordaba muy bien los detalles. Pero la
verdad es que las cosas no han sido así. El quinto libro es una mejora
significativa, sobre todo si lo comparamos con el cuarto, pero sigue sin estar
al nivel del tercer libro de Los Instrumentos Mortales, o cualquiera de los
otros libros que ha escrito Cassandra Clare ambientados en el mundo de los
Cazadores de Sombras.
Una de las cosas buenas de este libro es que la acción
vuelve a estar presente durante todo el libro, aunque las mejores cosas pasen
al final y, de nuevo la señora Clare es capaz de mantenernos pegados a su
historia de principio a fin. Sin embargo debo decir, que no considero a
Sebastian un buen villano y, por lo que he leído/oído en otras cítricas, debo
de ser la única que piensa eso.
Sebastian es en mi opinión una persona que ha sido
maltratada por la vida en más de un sentido, pero eso sigue sin ser una
justificación para lo que hace. Por el contrario, encontraba a Valentine, como
un villano mucho más interesante, porque era un villano, pero porque estaba
convencido de lo que estaba haciendo.
Otra de las malas cosas de este libro, es que como siempre
Jace tiene un problema. Que sí, que la verdad es que me gusta el chico, ¿para qué
molestarme en negarlo? Pero, me empieza a resultar cansino que todo lo que pasa
en la saga tiene que ver con Jace, en ese sentido, la verdad es que podríamos
alabar a Cassandra Claire, porque en lugar de tener la figura de la damisela en
apuros (que sería Clary) tenemos al doncel en apuros.
Y por cierto, el protagonista de la saga debería cambiar
como ya mencioné en la reseña del
anterior libro de la saga. Pongamos las cartas sobre la mesa. ¿Quién es
el que siempre les salva? ¡Simon!
Con todo esto, no quiero decir que el libro no me haya
gustado, porque la verdad es que me ha encantado y, prueba de ello son las 4
estrellas que le he dado. Pero me doy cuenta de que siempre que hablo de los
libros de Cassandra Claire comento lo que me ha gustado en lugar de lo que no
me ha gustado, así que he decido hacerlo distinto por una vez.
Espero que os hay gustado esta reseña y que me dejéis
vuestras opiniones sobre este libro y la saga hasta este momento en los
comentarios o en cualquiera de mis redes sociales (que podéis encontrar
pinchando aquí)
Nos vemos en la próxima reseña.
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