Las segundas partes nunca fueron buenas

El mes pasado os comoentaba que estaba enganchadisima a la trilogía de La ciudad blanca de Eva Garcia Saenz de Urturri, el primer libro me encantó, así como la película. Por eso en cuanto terminé el primer libro lo que hice fue ponerme a leer la continuación pensado que iba a ser un libro tan maravilloso como el primero pero, por seguir llenando esta reseña de tópicos: "no es oro todo lo que reluce". 

El final de El silencio de la Ciudad Blanca es brillante, porque todos nos quedamos con ganas de saber qué es lo que Alba tiene que decirle a Unai. Han pasado por tantas cosas que no tenemos muy claro por dónde puede salir la subcomisaria, pero lo cierto es que este libro desde la primera pagina hasta la ultima no le llega ni a la suela del zapato su predecesor. Lo cierto es que este libro se siente rebuscado. Estadísticamente es improbable, por no decir una imposibilidad matemática absoluta, que alguien sea capaz de estar tan rodeado de asesino en serie. Por otro lado, ¿no deberían apartar a Unai de las investigaciones si así fuera? Entiendo que es el protagonista, pero me mosquea que todo gire tan a su alrededor. Es como si del teocentrismo, se pasase al antrocentrismo tras lo cual viene el Unaicentrismo. 

Mi mayor problema con este libro, es como ya he mencionado el Unaicentrismo, pero lo cierto es que la cosa no se queda ahí, porque lo cierto es que tengo muchos más problemas. 

Lo primero es que los personajes involucionan en lugar de madurar y, eso es un problema muy grave. Tienen 40 años, ya va siendo hora de que pongan su vida en orden. Además, tras cada página te vas encontrando cosas que, al menos a mí, me ponen más nerviosa que la anterior. Entiendo que al final tienes que discutir con tus amigos (tocaré madera porque yo con Alicia no discuto y, si lo hacemos no es en serio), pero Unai tiene los peores amigos del universo entero. En serio, con una cuadrilla como esa podría hacérselo mirar y elaborar sus perfiles por quitarse el mono y, buscar un trabajo menos peligroso. Creo que el unico personaje del que puedo hablar de una manera positiva es el Abuelo de Unai, que me parece un anciano de lo más entrañable y, bastante sabio. Además me hace mucha gracia y, creo que es inmortal.  

Todas las relacoionioes de este libro son extremadamente tóxicas. Ya no solo las de la cuadrilla de Unai, sino la de Alba y Estíbaliz, la de Estbializ y Unai y, no creo que pueda parar si me pongo a hablar de Unai y Alba. Y, los colaboradores... Y, ya si nos ponemos a hablar de la imagen tan poco profesional que representan de la policía... Lo cierto es que yo tengo un gran respeto y admiración pro los cuerpos de seguridad del Estado y, no creo que se les este haciendo un retrato justo e estas novela. Lo cierto es que los pintan bastante incompetentes y, poco profesionales mezclando todo tanto. 

Con respecto a la trama tengo que decir que creo que la idea de un campamento en el que vemos qué es lo que hace que el asesino comenta los crímenes, me parece muy interesante. Me gusta mucho todo lo que tiene que ver con la historia y, la idea de que todo gire en torno a la arqueólogiia me parece brillante. DE hecho, creo que las referencias históricas que vemos a lo largo de todo el libro son simplemente lo mejor y, quizás hacen referencia a un pasado de nuestro país poco conocido. 

Los crímenes del pasado, que desatan los del presente, hubiesen dado para hacer una novela de lo más interesante por si sóla, pero al mezclar los elementos en el tiempo se les da mucho ritmo y, hace que no puedas parar de leer. El pero es que, de nuevo, sabemos quién es el asesino demasiado pronto. 

No quiero ser mala, porque es altamente probable que si esta historia no tuviese nada que ver con la primera, me hubiera gustado más, pero sabiendo de lo que la autora es capaz este libro se queda en un simple "meh".